Innovación

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sábado, 24 de enero de 2015

¿Innovar para mejorar, mejorar para transformar?

Hoy en día vivimos en un constante cambio, sobre todo en el ámbito educativo, por lo tanto debemos estar en una constante actualización como docentes.

Durante mi formación basada en la asignatura de Trabajo Docente e Innovación he aprendido que es de suma importancia innovar en un aula de clase, esto implica diseñar estrategias atractivas en donde los alumnos demuestren su conocimiento a través de todo el proceso cognitivo, estas estrategias deben de estar basadas en las características de los alumnos, ya que ellos son la base de la educación. 

Innovar no significa que necesariamente tenemos que emplear nuevas estrategias, si no que podemos emplear conceptos antiguos y adaptarlos a las necesidades de nuestros alumnos, transformando la manera de aprender, convirtiéndola en algo atractivo, una manera en la que el niño se sienta a gusto y le sea fácil aprender, dejando atrás la acumulación de contenidos sin razonarlos, obteniendo resultados significativos, enfocándose en la manera en la que el alumno aprende, más allá de lo que aprende porque así se facilita el aprendizaje y capacita al sujeto para seguir aprendiendo permanentemente.

Existen muchas herramientas para innovar, una que últimamente ha estado siendo utilizada es la tecnología, con ella podemos ayudar al alumno a crear espacios de interacción, pueden facilitar un mejor acceso a cosas que no tenemos tan cerca, pero está en saberla utilizar de manera adecuada, usando los materiales, programas y software propios para cada grado, de igual manera es importante reconocer que no todas las escuelas cuentan con servicios tecnológicos, pero esto no impide que como docentes tengamos la tarea de propiciar este tipo de educación aunque no al 100% en situaciones poco favorables. Para poder realizar este cambio y todos aquellos que nos propongamos al momento de innovar debemos ser docentes basados en la investigación ya que el ser docente desde el primer momento implica dar todo de sí y por ende dar la vida, porque el profesor no es sólo una fuente que ofrece conocimientos, es también una experiencia de vida que comprende enseñar a vivir y vivir enseñando, de manera tal que el maestro forma con su vida la biografía de sus luchas, de sus victorias y desdichas, lo cual implica a su vez cada día innovar e investigar para enseñar la vida real.


Ser docentes innovadores trae muchos beneficios pero igual compromisos, uno de ellos es que al momento de crear estrategias de enseñanza atractivas se deben crear formas de evaluar que correspondan a esta manera de trabajo, en la actualidad debemos basar nuestro trabajo en reconocer lo que los alumnos conocen y son capaces de hacer, dejando de considerar como único recurso la evaluación tradicional basada en exámenes, se pueden utilizar otras herramientas como lo son las listas de cotejo y rúbricas que ayudan a evaluar durante el proceso que lleva el alumno hasta completar el aprendizaje esperado, esto origina seguir una evaluación formativa la cual recurre a técnicas donde el diálogo es de suma importancia para comprobar el conocimiento del alumno. Permitiéndonos concebir y practicar la evaluación como otra forma de aprender, de acceder al conocimiento, y una oportunidad más de aprender y seguir construyendo conocimiento, a través de las correcciones realizadas.

En el aula se lleva a cabo un gran trabajo que implica mucho más que explicar un tema, en este espacio cada maestro tiene en sus manos la posibilidad de recrear el proceso mediante la comunicación directa, cercana y profunda con los niños que se encuentran en el salón de clases. Tiene también que dar un nuevo significado a su propio trabajo, de manera que pueda encontrar mayor satisfacción en su desempeño diario y mayor reconocimiento por los saberes adquiridos por lo tanto es necesario guiar a los alumnos de manera adecuada con actividades innovadoras y concretas las cuales deben de partir y apoyarse en las construcciones de sentido previo que hayan realizado los alumnos acerca de los objetos de conocimiento que se proponen.

Innovar solo es cuestión de decisión e imaginación, debemos de ser personas que pensemos como niños, como nuestros alumnos, para averiguar de qué manera nos gustaría que nos enseñen, una manera atractiva en la cual aprender no sea cuestión de memorización y sufrimiento, si no que nuestro papel como docentes innovadores está en que la educación sea algo fácil, divertido y sobre todo significativo.






¿Qué cambia y qué se aprende de la experiencia de innovación?


Hoy en día, la educación exige un cambio, un cambio que esté basado en lograr aprendizajes significativos en los alumnos. Este cambio implica modificar la manera de enseñar, lo que nos lleva a tener que buscar nuevas estrategias para que la educación deje ese estilo tradicional atrás y empezar a innovar. Al hablar de innovación se nos viene a la mente algo nuevo que produce mejora, pero se trata de avances en aspectos sustanciales del objeto de innovación, no de modificaciones superficiales o de simple adopción de “novedades”, por ello, no cualquier cambio constituye una innovación, según María Moreno en su libro formación de docentes para la innovación educativa menciona que “el sentido de “lo nuevo” no sólo se refiere a algo que es generado, instituido o presentado por primera vez, incluye también maneras nuevas de hacer algo que ya ha sido conocido o utilizado en otros tiempos o situaciones, pero que ahora se usa en nuevas circunstancias, en diversas combinaciones, incorporando nuevos elementos, etcétera.”

Estas exigencias hacen que existan cambios internos, por ello con el fin de que puedan existir docentes innovadores se han modificado los planes de estudio en las licenciaturas con el fin de cambiar la visión de los futuros docentes respecto a la educación, así como sus principios, ideales y estrategias empleadas en el aula de clase, los docentes deben de adquirir diversas características que lo distingan como un maestro innovador entre ellas esta ser creativo, tener independencia intelectual, ser sensible teniendo la capacidad de asombro y estar en una constante evolución en el ámbito conceptual, efectivamente estos cambios que se están dando están sustentados por diversos autores, como María Moreno que menciona que “al tratar de conseguir que existan estudiantes con rasgos innovadores se deben de formar docentes para la innovación educativa, por lo tanto en los planes de estudio de educación se pretende que el  futuro docente innovador sea capaz de generar en sus alumnos las características innovadoras que él desarrolló en sí mismo durante su formación.”

Al existir un cambio en el curriculum el docente debe de basar su trabajo en un contexto de investigación que le permita ampliar sus conocimientos y la reflexión disciplinada de la práctica educativa y el avance del conocimiento pedagógico y didáctico. Esto es debido a que en el aula de clase nos encontramos con diferentes retos que deben de buscar una solución, la investigación ayuda a crecer profesionalmente investigando para enseñar y así orillar a los alumnos a ser personas investigadoras durante toda su formación, ya que en la actualidad los alumnos se cierran a un límite de conocimiento  proporcionado por los libros de texto, no poseen la capacidad de explorar más allá y descubrir nuevos conceptos, José Gregorio Rodríguez y Elsa Castañeda en la lectura los profesores en contextos de investigación hacen referencia a que “No hay que olvidar que la construcción de ‘sujetos investigadores’ se da en concomitancia con la construcción de ‘objetos de investigación’, con lo cual no es posible formar investigadores en instituciones que no hacen investigación ya que la importancia de la innovación y de la investigación realizadas por los profesores cobra sentido una vez que su participación pone en reflexión sobre los aspectos de la vida escolar.” La importancia de la innovación y de la investigación realizada por los profesores cobra sentido una vez que su participación pone en reflexión sobre los aspectos de la vida escolar.

La innovación se refleja en acciones que producen cambios en las prácticas, implicando pues, transformación de las prácticas educativas, ya que si el docente cambia sus principios e ideologías, de igual manera ha de cambiar sus estrategias, en la actualidad una herramienta muy útil para la innovación es la tecnología, ya que con ella se pueden crear diversos ambientes de aprendizaje e incluso un aula inclusiva, Ana M' Duarte Hueros, en la lectura innovación y nuevas tecnologías: Implicaciones para un cambio educativo, menciona que, “no podemos decir que su mera introducción en los centros y aulas puedan ser consideradas innovaciones educativas, por cuanto esto va a depender más de las personas que las utilicen y el contexto en el que se inserten, más que de ellas mismas.” Esto es debido a que en muchas ocasiones la misma tecnología se vuelve rutinaria, siguiendo un mismo modo de emplearla, elaborando actividades similares con el material de siempre, ya que como docentes no nos atrevemos a investigar y explorar más allá de lo que ya sabemos, no debemos de olvidar que no se trata de suplir sino de “complementar” como él mismo indica, puesto que quizá, lo importante no es el medio en tiene por qué ser una pizarra, un retroproyector, un video-proyector o simples libros dé fichas, sino que lo importante es que el docente se sienta cómodo, conozca bien el medio que tiene entre manos y suficiente imaginación: e ingenio para realizar un uso, realmente innovador del mismo.

La tecnología es una herramienta que facilita el aprendizaje, pero no todos los alumnos tienen servicio a este recurso, existen demasiadas escuelas que no cuentan con servicio de internet ni de computo, esto hace que la necesidad del cambio en base a las TIC’S se estanque, está en los docentes buscar la manera de lograr que esos alumnos con pocos recursos tengan un acercamiento a las herramientas digitales. Para esto el docente debe de estar capacitado para enseñar empleando estas tecnologías, José Salinas Ibañez en el texto innovación educativa y uso de las TIC’S hace notar que “el uso de las tecnologías de comunicación en el desarrollo de aprendizaje lleva consigo cambios en los profesionales de la enseñanza y entre éstos, el cambio del rol del profesor es uno de los más importantes, al no servir en esta nueva situación las estrategias desplegadas en las situaciones convencionales de enseñanza”. En otras palabras, parece conveniente que los profesores sean capaces de: guiar a los alumnos en el uso de las bases de información y conocimiento así como proporcionar acceso a los mismos para usar sus propios recursos, asesorándolos y gestionando el ambiente de aprendizaje en el que los alumnos están para potenciar un aprendizaje autónomo.

Por último otro aspecto que cambia gracias a la innovación es la forma de evaluar ya que si nosotros utilizamos estrategias innovadoras, de la misma manera debemos de ser creativos al momento de evaluar a los alumnos, se ha podido observar que los exámenes no siempre arrojan un resultado que demuestre las verdaderas habilidades de un niño. El nuevo tipo de evaluación que se propone, tiene como principio reconocer lo que los alumnos conocen y son capaces de hacer, permitiéndole al docente aprender de la misma evaluación a la hora de corregir los errores detectados. Esto es sustentado por Juan Manuel Álvarez en la lectura evaluar para conocer, examinar para excluir, quien menciona que “evaluar  con intención formativa no es igual a medir ni a calificar, ni tan siquiera a corregir. Si no que implica un proceso más reflexivo que elaborar exámenes o pruebas con preguntas sin un propósito específico.”


La educación ha de ser entendida siempre como una actividad innovadora relacionada con el cambio y la transformación social. Si ello no fuera así, no merecería ese nombre y, además, la educación perdería su propia esencia y el ingrediente utópico que encierra su campo semántico, así como su propia identidad, desconectada de los tiempos y demandas sociales y de los individuos a los que pretende servir y transformar, este proceso implica muchos cambios desde el perfil del docente, los métodos en que se enseñan, los estilos y formas en que los alumnos aprenden hasta en la manera de evaluar, pero para que esto pase debemos estar en un constante proceso de cambio. Juan Manuel Escudero Muñoz en reconstruir la innovación para seguir peleando por la mejora de la educación menciona que “para que la innovación se sitúe en una perspectiva de posibilidad es ineludible que los centros y profesionales nos atrevamos a hablar de ella, de sus facetas y dimensiones, así como de las decisiones e implicaciones de diversa naturaleza que hayan de acompañar a nuestros discursos para poder lograr la prioridad central de la renovación, que es la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes, su continua justificación, desarrollo, revisión y mejora. Para que la innovación conecte con la mejora, hay que considerar unos y otros aspectos al mismos tiempo, las ideas y valores que dan sentido a nuestra educación, los procesos y prácticas en que se van traduciendo, y también los resultados que se van logrando, o, tal vez, no alcanzamos”. Está en nosotros como docentes trabajar con la innovación y aprender de ella.