Hoy
en día vivimos en un constante cambio, sobre todo en el ámbito educativo, por
lo tanto debemos estar en una constante actualización como docentes.
Durante
mi formación basada en la asignatura de Trabajo Docente e Innovación he
aprendido que es de suma importancia innovar en un aula de clase, esto implica
diseñar estrategias atractivas en donde los alumnos demuestren su conocimiento a
través de todo el proceso cognitivo, estas estrategias deben de estar basadas en las características de los alumnos, ya que ellos son la base de la educación.
Innovar
no significa que necesariamente tenemos que emplear nuevas estrategias, si no
que podemos emplear conceptos antiguos y adaptarlos a las necesidades de
nuestros alumnos, transformando la manera de aprender, convirtiéndola en algo
atractivo, una manera en la que el niño se sienta a gusto y le sea fácil aprender,
dejando atrás la acumulación de contenidos sin razonarlos, obteniendo
resultados significativos, enfocándose en la manera en la que el alumno aprende,
más allá de lo que aprende porque así se facilita el aprendizaje y capacita al
sujeto para seguir aprendiendo permanentemente.
Existen
muchas herramientas para innovar, una que últimamente ha estado siendo
utilizada es la tecnología, con ella podemos ayudar al alumno a crear espacios
de interacción, pueden facilitar un mejor acceso a cosas que no tenemos tan
cerca, pero está en saberla utilizar de manera adecuada, usando los materiales,
programas y software propios para cada grado, de igual manera es importante
reconocer que no todas las escuelas cuentan con servicios tecnológicos, pero
esto no impide que como docentes tengamos la tarea de propiciar este tipo de
educación aunque no al 100% en situaciones poco favorables. Para poder realizar
este cambio y todos aquellos que nos propongamos al momento de innovar debemos
ser docentes basados en la investigación ya que el ser docente desde el primer
momento implica dar todo de sí y por ende dar la vida, porque el profesor no es
sólo una fuente que ofrece conocimientos, es también una experiencia de vida
que comprende enseñar a vivir y vivir enseñando, de manera tal que el maestro
forma con su vida la biografía de sus luchas, de sus victorias y desdichas, lo
cual implica a su vez cada día innovar e investigar para enseñar la vida real.
Ser
docentes innovadores trae muchos beneficios pero igual compromisos, uno de
ellos es que al momento de crear estrategias de enseñanza atractivas se deben
crear formas de evaluar que correspondan a esta manera de trabajo, en la
actualidad debemos basar nuestro trabajo en reconocer lo que los alumnos conocen y son
capaces de hacer, dejando de considerar como único recurso la evaluación
tradicional basada en exámenes, se pueden utilizar otras herramientas como lo
son las listas de cotejo y rúbricas que ayudan a evaluar durante el proceso que
lleva el alumno hasta completar el aprendizaje esperado, esto origina seguir
una evaluación formativa la cual recurre a técnicas donde el diálogo es de suma
importancia para comprobar el conocimiento del alumno. Permitiéndonos concebir
y practicar la evaluación como otra forma de aprender, de acceder al
conocimiento, y una oportunidad más de aprender y seguir construyendo
conocimiento, a través de las correcciones realizadas.
En el aula se lleva a cabo un gran trabajo que implica
mucho más que explicar un tema, en este espacio cada maestro tiene en sus manos
la posibilidad de recrear el proceso mediante la comunicación directa, cercana
y profunda con los niños que se encuentran en el salón de clases. Tiene también
que dar un nuevo significado a su propio trabajo, de manera que pueda encontrar
mayor satisfacción en su desempeño diario y mayor reconocimiento por los
saberes adquiridos por lo tanto es necesario guiar a los alumnos de manera
adecuada con actividades innovadoras y concretas las cuales deben de partir y
apoyarse en las construcciones de sentido previo que hayan realizado los
alumnos acerca de los objetos de conocimiento que se proponen.
Innovar solo es cuestión de decisión e imaginación,
debemos de ser personas que pensemos como niños, como nuestros alumnos, para
averiguar de qué manera nos gustaría que nos enseñen, una manera atractiva en
la cual aprender no sea cuestión de memorización y sufrimiento, si no que
nuestro papel como docentes innovadores está en que la educación sea algo
fácil, divertido y sobre todo significativo.
Estoy en completo acuerdo contigo Nayby, para desarrollar clases innovadoras no es totalmente necesaria e indispensable la tecnología, ésta simplemente es un recurso. Ser un docente innovador requiere de un compromiso como mencionas y de pensar como niños, pues ellos son los principales beneficiarios de éstas prácticas.
ResponderEliminarNayby tu trabajo me permitió entender que la innovación se dará solo si nos lo proponemos, pues es cuestión de encontrar estrategias motivadoras que permitan obtener el interés de los alumnos, esta en nosotros reflexionar acerca de nuestra práctica para obtener un cambio positivo en la educación.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe parece muy acertado lo que mencionas Nayby, ya que lo primero que consideras es la constante actualización en que debe estar el docente, pues el cambio debe iniciar desde ahí, puesto que si el docente esta no esta dispuesto o preparado la innovación no será posible.
ResponderEliminarDe igual manera, como haces mención, es importante innovar no solo en cuánto a las estrategias implementadas en el aula de clases, si no también en la manera de evaluar; no podemos evaluar nuevas estrategias de una manera tradicional, un cambio deberá llevarnos a otro.